La intención del gobierno de Berlín de imponer tasas por circular por sus carreteras, tanto a nacionales como a los extranjeros que crucen el país, ha causado una rebelión del resto de países europeos. De hecho, países como Austria y Holanda están planteando llevar este peaje ante el Tribunal Europeo.

Esta tasa, que tiene por objetivo recaudar fondos para el mantenimiento de las infraestructuras del país germano, obligará a los extranjeros a pagar por circular por la Autobahn a partir de 2019. Ciertamente, los alemanes también pagarán, pero a cambio se les rebajará el impuesto de circulación.

Jörg Leichtfried, ministro de Transporte de Austria, ha afirmado que se trata de “una medida discriminatoria y, por tanto, contraria a la legislación de la Unión Europea”.
El borrador de esta nueva normativa, que fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado miércoles, contempla pagos para los extranjeros que van desde los 2,5 a los 25 euros. Se espera que genere unos ingresos de 524 millones de euros por año, aunque aún debe ser aprobada por el Bundestag y el Bundesrat.