La Ciudad Inca de Machu Picchu (Cusco), la joya turística de Perú, recibió 128.697 turistas internacionales en los dos primeros meses del año, un 10,45% menos que en el mismo período de 2018, cuando acogió a 143.710. En concreto, la llegada de foráneos disminuyó un 12,36% en enero y un 8% en febrero, lo que supone una pérdida de 15.013 visitantes.
Según ha informado tnews, el conjunto de turistas nacionales e internacionales, sin embargo, experimentó un leve crecimiento del 2,08% en enero, mientras que en febrero cayó un 9,33%, lo que en total son 6.162 visitantes menos (-3,03%). Los datos han sido facilitados por el Ministerio de Cultura del país latinoamericano.
La caída de turistas en el poblado inca ha activado las alertas en el sector, debido a que no se ha identificado una causa clara que justifique el descenso, como podría ser un repunte de violencia. Lo cierto, es que los datos contrastan con los registrados en el mismo período de 2018, cuando el turismo en la ciudad inca creció un 7,32% (+9.802 visitantes nacionales e internacionales). Incluso, durante este enero y febrero se ha recibido un 3,89% de turistas menos que en 2017.
Ya en 2017, Perú se postuló como uno de los destinos emergentes de mayor importancia en Latinoamérica. En este sentido, Sandra Doig, subdirectora de Promoción del Turismo de Receptivo de la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (Promperú), especificó a Tourinews, que el país sigue su propio camino, en lo que a turismo se refiere, "en función de sus realidades, de las características de sus principales atractivos".
"No somos un destino de turismo masivo porque nuestros principales atractivos son más frágiles. Pero, sin embargo, también ha habido un desarrollo de turismo urbano, gastronómico, vivencial, de shopping, que tienen otra dinámica. Entonces, yo creo que Perú va poco a poco definiendo su propio camino, pero aprendemos de potencias como México a nivel de flujos", aclaró a este respecto.