Se para la temporada futbolística en verano y los futbolistas abandonan el Santiago Bernabéu de Madrid para que este se llene de luces, altavoces y artistas sobre el escenario. Este año, nombres de la talla de Taylor Swift (con 150.000 asistentes en dos conciertos) o Karol G (con 240.000 asistentes en cuatro conciertos) han sido las encargadas de llenar el estadio del Real Madrid en sus noches de música, a pesar de las quejas de los vecinos por los ruidos y la ‘invasión’ de las calles aledañas por parte de los fans.

Debido a estas quejas, precisamente, el Ayuntamiento de Madrid ha decidido tomar medidas. Unas medidas que la Asociación de Perjudicados por el Bernabéu le han parecido insuficientes y que han calificado de “broma de malísimo gusto”. Según explica Enrique Martínez de Azagra, presidente de la asociación, la situación generada por los conciertos constituye una “emergencia sanitaria” y debería suspenderse por completo este tipo de actividades en el estadio.

Tal y como recuerda el diario La Razón, desde el Consistorio madrileño, en colaboración con el Real Madrid, han decidido que los conciertos en el estadio Santiago Bernabéu deben finalizar antes de las 23:00 horas, mientras el estadio no cumpla las normativas de ruido.