El Ayuntamiento de Málaga ha dado un nuevo paso para frenar el crecimiento desmesurado del alquiler turístico en la ciudad. A partir de noviembre, quedará prohibida la inscripción de nuevas viviendas vacacionales en 43 barrios, donde la oferta turística ya supera el 8% del parque residencial. “En ellos no permitiremos ni una vivienda más”, ha remarcado la concejala de Urbanismo, Carmen Casero.
Según recoge el diario El País, la decisión municipal se basa en un estudio detallado de los 417 barrios malagueños que revela un aumento significativo de los pisos turísticos en la ciudad, especialmente en determinadas zonas. Y es que, según la Junta de Andalucía, la ciudad cuenta con más de 12.800 viviendas turísticas, lo que supone un 4,5% del total. “La cirugía de la geografía municipal es muy importante porque hay que tomar decisiones que son diferenciadas”, ha remarcado Casero.
Esta medida se suma a las restricciones impuestas en junio, cuando se limitó la concesión de nuevas licencias solo a inmuebles que cuenten con entrada independiente o que estén ubicados en edificios dedicados exclusivamente al turismo.