Uno de los grandes debates en torno a la saturación turística lo protagonizan los cruceros. Algunos abogan por su limitación o incluso prohibición en pro del cuidado al medioambiente, mientras que otros defienden su paso por los puertos por el impacto económico que generan para la ciudad. Bien, pues el Instituto de Estadística de las Islas Baleares (Ibestad) ha publicado —por primera vez— unos datos que podrían acabar con el debate.
El Instituto ha analizado, mediante encuestas, los datos de gasto turístico de los cruceristas de 2022 —cuando la actividad ya había superado la pandemia— y 2023. El estudio arroja que el pasajero de un crucero que se apea del barco para recorrer Mallorca durante unas horas gasta de medio 33,7 euros. Por su parte, el que se aloja en un hotel (solo un 4,5%), puede llegar a desembolsar 100 euros por día.
Según recoge Diario de Mallorca, durante el 2023, la comunidad autónoma de Baleares registró un total de 1,7 millones de cruceristas que dejaron un impacto económico de 76,8 millones de euros. Esto supuso de medio un gasto de 45,6 euros por persona.