Palma (Mallorca) quiere cortar el avance del alquiler turístico. El alcalde Jaime Martínez ha asegurado que descarta un crecimiento de plazas en este segmento una vez que finalice la moratoria que existe actualmente en Baleares. De hecho, el edil espera que el número de plazas decrezca con el tiempo —hoy en día, en la ciudad hay 4.000 que funcionan de forma legal—.

Para ello, el objetivo del Ayuntamiento de Palma es bloquear, una vez termine la moratoria, cualquier posibilidad de crecimiento en el número de plazas, por lo que estas terminarán por decrecer, ya que, de acuerdo con Martínez, una vez que una licencia se dé de baja, no se sustituirá por otra. No obstante, todo ello todavía debe regularse mediante una normativa específica o modificando el Plan General.

“El Plan General de 2023 prevé un crecimiento de entre 2.000 y 3.000 plazas de alquiler turístico. Pero nuestra idea es que no puedan llegar a crearse antes de que se levante la moratoria. Es decir, que no haya ni una plaza más en Palma”, ha explicado Martínez en declaraciones recogidas por Diario de Mallorca.

Por otro lado, desde el Ayuntamiento de Palma también buscan erradicar la oferta ilegal de alquiler vacacional, que es la que, desde el punto de vista del alcalde, genera los problemas de convivencia. Para ello, el consistorio trabaja de la mano del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, que a su vez trata de contar con la colaboración de plataformas, como Airbnb o Vrbo, para que una vivienda no autorizada no pueda comercializarse.