Continúa la proliferación de hoteles boutique nacidos de establecimientos emblemáticos en Palma (Mallorca). La antigua casa museo Joaquim Torrents Lladó ha reabierto sus puertas como un alojamiento de cinco estrellas y 14 habitaciones.
El edificio fue construido en el siglo XVII como un palacete, y más recientemente ha albergado un museo dedicado al pintor Joaquim Torrents Lladó, ya que ahí residió el artista hasta su fallecimiento en 1993.
Según la información de Diario de Mallorca, la propiedad del establecimiento está en manos de la familia Miró-Sans, quienes adquirieron el histórico palacio hace siete años y lo restauraron hasta convertirlo en lo que es hoy, el nuevo hotel Portella.