El pasado martes se produjo una concentración de cerca de 200 operadores turísticos frente a la sede del Ministerio de Turismo en Rabat (Marruecos), para protestar por el cierre de fronteras que mantiene al país sin turistas desde el pasado 29 de noviembre y hasta el próximo 31 de enero.

Empresarios y trabajadores del sector turístico exigen la reapertura de fronteras que “salve”, en la medida de lo posible, a una industria que se encuentra en situación límite, ya que Marruecos ha sido uno de los países más estrictos a la hora de contener la expansión de contagios del Covid y ha mantenido sus fronteras cerradas durante largos periodos de tiempo.
 


Además, según ha destacado Rajaa Ould Hamada, propietario de una agencia de viajes en Marrakech, en declaraciones recogidas por Africa News, las estrictas medidas gubernamentales solo han perjudicado al turismo marroquí y beneficiado a los destinos competidores. "El cierre de la frontera ha asestado un golpe fatal [al sector], que benefició a otros países como Egipto, Turquía, Emiratos y otros, ya que todas nuestras reservas programadas fueron canceladas a favor de estos destinos".