Marruecos quiere poner toda la carne en el asador para competir contra los gigantes vacacionales del Mediterráneo y alcanzar los 17,5 millones de turistas internacionales y unos ingresos de 11.000 millones de euros antes de 2026. Cabe destacar que el país recibió 11 millones de visitantes extranjeros en 2022.
Con esto en mente, el Gobierno de Rabat ha anunciado un plan turístico para los próximos cuatro años en el que invertirá más de 550 millones de euros, informa Atalayar. Su estrategia pasa por duplicar la capacidad aérea, fomentar la construcción de hoteles y desarrollar campañas de promoción, especialmente enfocadas en las plataformas digitales.
La ministra de Turismo, Fatima Zahra Ammor, ha subrayado que el objetivo es posicionar al turismo como un sector clave en la economía marroquí y se marca, más a largo plazo, el objetivo de superar los 26 millones de turistas para 2030.
Entre sus bazas, además del cuidado de la “experiencia cliente” para lograr la fidelización, destacan la candidatura conjunta con España y Portugal para acoger la Copa Mundial de Fútbol de 2030.