El Gobierno de México está cediendo el control de cada vez más infraestructuras al Ejército, lo que está provocando un aumento de la presencia de militares también en uno de los sectores económicos más importantes del país: el turismo. Desde la construcción del Tren Maya hasta la de algunos aeropuertos, como el de Felipe Ángeles (Ciudad de México) o el de próxima apertura, en Tulum.
No obstante, la Secretaría de la Marina (Semar) ya asumió el pasado mes de enero las labores de seguridad en varios aeropuertos mexicanos —entre ellos, algunos muy turísticos como los de Cancún, Ciudad de México o Cozumel—. Pero la presencia militar en el sector turístico irá más allá: pronto, la Semar y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) serán las responsables de la operación de servicios aéreos e incluso de transporte marítimo en algunos destinos, según informa Expansión.
Por otro lado, las fuerzas armadas también se harán con la operación de vuelos y ferris al nuevo destino turístico en desarrollo de las Islas Marías. Incluso de acuerdo con lo anunciado por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, la Marina será la encargada de ofrecer los paquetes turísticos a la región.
Representantes de la industria turística, como Julia Simpson, CEO del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), apoyan la presencia de los militares con el objetivo de garantizar la seguridad de los visitantes. Sin embargo, académicos y profesores de universidad de Turismo se han mostrado escépticos con la capacidad de los soldados para crear una experiencia satisfactoria para el cliente.