La pandemia del coronavirus y el repunte en los casos no son las únicas preocupaciones del sector turístico turco, que ahora tiene que hacer frente a una extraña invasión de “mocos marinos” en el Mar de Mármara.

Según destaca Daily Sabah, la superficie de este mar interior de Turquía ha sido cubierta por una capa gelatinosa durante los últimos seis meses. Desde el diario local achacan que la aparición de estos “mocos marinos”, como los denominan, se debe al alto grado de contaminación y advierten que pone en peligro tanto a la industria pesquera como a la turística.

Cabe destacar que este mar es el que baña Estambul y es un enclave turístico de relevancia en el país otomano.



 

Mustafa Sarı, decano de la facultad de Marítima de la Universidad Bandırma Onyedi Eylül, explica que "los residuos domésticos vertidos al mar sin tratamiento aumentan la carga de nitrógeno y fósforo del agua de mar”. Añade que el resultado de esto es la proliferación excesiva de esta sustancia viscosa que impide, entre otras cosas, nadar y otras actividades turísticas.

El Consejo Municipal de Estambul ya ha anunciado que están desarrollando un proyecto para hacer frente a este problema, en colaboración el Ministerio de Agricultura y la Universidad Bandırma Onyedi Eylül.