Londres solo ha tardado cinco días en superar los límites máximos de contaminación permitidos en todo el año. Según la ley, la concentración de dióxido de nitrógeno no puede superar los 200 microgramos por metro cúbico más de 18 veces en 12 meses. Sin embargo, en Brixton Road, situado en el barrio de Lambeth, ya se ha alcanzado el límite y otras zonas como Oxford Street, The Strand o Kings Road están a punto de alcanzarlo.
En Putney High Stret, al sureste de la ciudad, se sobrepasó el máximo en 1.200 ocasiones en 2016, algo bastante grave pues la contaminación es causante de 9.500 muertes prematuras al año en la ciudad y de 40.000 en todo el país. El alcalde de Londres, Sadiq Kahn, ha prometido destinar más de mil millones de euros en medidas contra la contaminación. Entre ellas se encuentran la creación de un ‘peaje de combustión’ para los vehículos más contaminantes o la creación de una ‘zona de emisiones ultrabajas’.
Asimismo, se dará un impulso a las infraestructuras para bicicletas y podría peatonalizarse Oxford Street. Además el Parlamento británico quiere impulsar una nueva Ley del Aire Limpio para acabar con el famoso ‘smog’ londinense. Las presiones para que se siga el ejemplo de París o Atenas para vetar la circulación de vehículos diesel en la ciudad son cada vez más intensas. Alan Andrews, abogado de la organización ClientEarth, lo tiene claro: "El alcalde de Londres ha dado pasos en la dirección adecuada, pero no podemos tardar otros tres años para pasar a la acción. Necesitamos soluciones ya".