El Gobierno del estado de Queensland, en Australia, ha tomado medidas después de que se hayan producido diversas muertes de submarinistas que buceaban en la Gran Barrera de Coral. El objetivo es establecer nuevos requisitos previos para la práctica de esta actividad náutica para hacerla más segura.
Así, según ha anunciado Grace Grace, ministra de Industria del estado, han revisado la legislación específica respecto a esta actividad con la colaboración de operadores turísticos y expertos en seguridad debido a las 10 muertes registradas entre julio y diciembre de 2016.
Entre las medidas incorporadas al nuevo código de submarinismo destaca el permiso a los touroperadores solicitar declaraciones de responsabilidad a las personas identificadas como buceadores de alto riesgo antes de que entren al agua. La nueva normativa también obliga a este grupo de personas a utilizar dispositivos de flotación y vestimenta colorida para que puedan ser fácilmente identificados desde los barcos.
Por su parte, también exigen a los responsables de estas actividades marítimas que cuenten con desfibriladores en los barcos.
Dos millones de personas visitan la Gran Barrera cada año.