En pleno momento en que el debate sobre la masificación turística está más en auge, el Papa Francisco, líder de la Iglesia Católica, se ha pronunciado al respecto, recalcando que el descontrol puede generar “relaciones sociales deterioradas, individualismo y soledad”.
En una visita a Venecia, en la que ha sido su primera salida de Roma del año, el Pontífice ha oficiado una misa en la turística Plaza de San Marcos, en la que ha hecho referencia a la belleza de la ciudad, que corre un alto riesgo a cuenta del cambio climático y del impacto de la industria vacacional. “Hoy vemos esta ciudad, admiramos su encantadora belleza, pero nos preocupan los muchos problemas que la amenazan", comentó.
Francisco ha recalcado que "sin el cuidado y la salvaguarda de este escenario natural, podría incluso dejar de existir", tal y como recoge Alfa y Omega.
El Papa hizo referencia al impacto que el turismo masivo puede provocar en los edificios y patrimonio cultural de la ciudad, especialmente, haciendo referencia a los movimientos del agua provocados por los grandes cruceros; pero también se refirió a la expulsión de la población local y "la dificultad de crear un ambiente que esté a la medida del ser humano a través de una gestión adecuada del turismo".