Las restricciones de viaje aplicadas para detener la propagación del Covid-19 han provocado que los hábitos vacacionales se hayan modificado. Un ejemplo claro de ello es lo que ocurre en Suecia, donde al no poder desplazarse a sus destinos de sol y playa y a los Alpes, muchos están optando por el turismo de montaña y esquí nacional.
Tanto es así que, tal y como informa la radio sueca Ekot, las principales estaciones de esquí del país rozan el lleno absoluto para Navidad, Año Nuevo y otras semanas de vacaciones.
De hecho, el número de reservas es significativamente mayor a lo habitual en esta época del año en los principales resorts del país como son Åre, Vemdalen y Funäsfjällen, en el condado de Jämtland, que suman más de 100.000 camas hoteleras.
La alta presión de reservas ha llevado a Mats Lennartson, director de destinos de Funäsfjällen, a recomendar a los turistas que opten por tomar vacaciones en las semanas menos populares.
Incluso en Sälenfjällen, con un total de casi 55.000 camas, el ritmo de reservas es altísimo. “Si la situación con el Covid no empeora, parece que será un invierno récord”, adelanta Johan Thorn, director ejecutivo de Stöten una de las principales estaciones de este condado.