Puerto Rico facilita la entrada de visitantes procedentes del resto de Estados Unidos. A partir del 2 de febrero, la isla caribeña elimina el requisito de prueba diagnóstica previa al viaje a los viajeros estadounidenses vacunados contra el Covid-19 mayores de 5 años.
Los turistas estadounidenses que no se hayan vacunado deberán presentar una prueba con resultado negativo realizada durante las 48 horas previas al viaje. En este sentido, Puerto Rico aceptará pruebas de antígenos.
Los estadounidenses no vacunados que viajen a Puerto Rico sin la prueba previa, tendrán que someterse a un test durante las 48 horas después de su llegada a la isla caribeña. En caso de resultar positivos en dicha prueba, los viajeros deberán guardar una cuarentena de 10 días —de no realizarse el test podrían afrontar cuantiosas multas—.
Asimismo, también a partir del 2 de febrero, Puerto Rico relaja las altas restricciones a las que estaba sometida la hostelería debido a la alta incidencia de coronavirus que registraba la isla. Según informa Travel Weekly, los restaurantes podrán operar con un 75% del aforo en el interior —en lugar de al 50% como hasta ahora— y con plena capacidad en terrazas.
Todo ello supone que Puerto Rico podrá competir ahora en la lucha por el turista estadounidense con otros destinos del Caribe que han tenido gran éxito durante la pandemia debido a las bajas restricciones de viaje que presentaban, como el Caribe mexicano o República Dominicana.