La Línea de Alta Velocidad (TGV) que une en dos horas las ciudades de Casablanca y Tánger (Marruecos) ha supuesto un auténtico impulso para el turismo de esta última ciudad.

Tal y como recoge el diario L'Economiste, de enero a marzo de 2019 Tánger registró la llegada de 90.000 turistas, lo que supone un incremento del 10,1% con respecto al mismo período del año anterior. Asimismo, las pernoctaciones también crecieron un 9,1% hasta situarse en las 285.000.

La denominada como capital del norte se ha convertido en un destino mucho más atractivo para los visitantes nacionales y los internacionales por la comodidad que supone llegar a ella mediante la alta velocidad.

Esta es la primera línea de alta velocidad de toda África. Su primer tramo, que une las citadas ciudades, se inauguró el 15 de noviembre de 2018 tras una inversión de 1.880 millones. El proyecto pretende crear una línea que recorra toda la costa Atlántica de Marruecos desde el Estrecho de Gibraltar hasta la región turística de Agadir. A largo plazo, en 2035, la ruta rápida entre Tánger, Rabat y Agadir se extenderá a Marrakech y se planea la creación de otra línea desde Rabat a Mequínez, Fez y Oujda.

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