El Govern de Islas Baleares ha anunciado que destinará como máximo 16 millones de euros anuales a seguridad, inspecciones y concienciación a los turistas en las cuatro zonas que sufren especialmente el turismo de excesos: Llucmajor, Palma, Calvià y Sant Antoni. Dicha cuantía se reservará de lo recaudado con la mal llamada ecotasa, es decir, el Impuesto de Turismo Sostenible (ITS).

Esto quiere decir que el Gobierno autonómico invertirá 4 millones de euros por zona y año para hacer cumplir las normas del decreto contra el turismo de excesos —que desde este viernes ya ha pasado a denominarse decreto de turismo responsable y para mejorar la calidad en las zonas turísticas—. Tal y como recuerda Diario de Ibiza, una de esas normas puede ser, por ejemplo, la prohibición de beber alcohol en la calle.

Asimismo, el portavoz del Govern, Antoni Costa, ha anunciado la creación de una mesa con el sector turístico, agentes sociales, entidades de la sociedad civil y formaciones políticas, como un espacio de diálogo para afrontar de manera conjunta el gran reto de la gestión turística. El objetivo de dicha mesa es garantizar la convivencia entre la actividad turística y los residentes.