Si ya de por sí Turquía era un destino competidor al que temer debido a sus precios bajos y a unos establecimientos hoteleros de una calidad similar o superior a la de España, ahora será aún más competitivo debido a un nuevo descenso en los precios.
Según explica Gulf News, el ministro de Finanzas turco, Berat Albayrak, ha anunciado que, dentro del paquete de medidas para luchar contra la imparable inflación, piden que todas las empresas del país bajen voluntariamente un 10% el precio de todos los bienes y servicios que conforman la lista de la compra para determinar el Índice de Precios de Consumo.
Entre los productos incluidos en dicha lista de la compra se encuentran los servicios hoteleros bajo el epígrafe hoteles, cafés y restaurantes, por lo que pese a que Albayrak no ha hecho mención directa al turismo, es previsible que también se vea afectado.
Las empresas y establecimientos que sigan la recomendación gubernamental podrán utilizar un logotipo oficial a la vista de los consumidores en los que se indica que los bienes ofertados cumplen con el descuento.
Se trata de la última medida del gobierno de Erdogan para hacer frente a la inflación y es que en lo que va de año, el valor de la lira turca respecto al dólar ha caído un 38%, poniendo a la economía otomana en peligro, pero haciendo que viajar al país sea muy atractivo para los extranjeros.