La hotelería turca está teniendo que hacer frente a un reto que, hasta ahora, les era ajeno: los precios que ofrecen están dejando de ser tan atractivos para los turistas europeos. Algunos expertos turísticos como el CEO del touroperador Bentour apuntan que ahora toca hacer los deberes y ofrecer productos nuevos que ahorren costes a los viajeros.
En algunos destinos como Antalya, el precio medio por habitación ha aumentado hasta un 37% interanual hasta situarse este verano en una media de 110 euros por habitación/noche. Este incremento responde, a la fuerte inflación que sufre el país, recoge Handelsblatt.
Los empresarios hoteleros esgrimen que se han visto obligados a trasladar el incremento de los costes de personal, comidas o reformas, que no dejan de crecer, a los clientes. El resultado son unas tarifas hoteleras muy caras para algunos visitantes que elegían Turquía por su relación calidad-precio.
Para complicar más las cosas, el rublo está debilitado, lo que ha disuadido a muchos rusos —principal mercado emisor a Turquía— de viajar o les ha llevado a decantarse por otros destinos como Egipto.
De hecho, mientras que en este 2023 el número de pernoctaciones aumenta con respecto a 2022 en Grecia, Italia, Francia y España, en Turquía cae.
Buscar nuevas fórmulas
Ante la perspectiva de que la situación pueda empeorar en 2024, voces destacadas de la industria como Deniz Ugur, CEO de Bentour, hacen un llamamiento a crear conceptos adaptados al turista familiar que busca unos precios más económicos. “Hace tiempo que advertimos contra aumentos de precios excesivos", comenta.
Una de las soluciones propone es ofrecer paquetes todo incluido que no incluyan el alcohol, que se ha encarecido en Turquía debido a la alta carga impositiva. "Necesitamos precios base más baratos”, afirma.