A partir del próximo 1 de junio, los viajeros extranjeros que se desplacen a Botswana tendrán que pagar una tasa por estancia de 30 dólares estadounidenses. El objetivo de esta tasa es utilizar lo recaudado para impulsar la industria turística del país.
Este importe deberá ser pagado en los puntos fronterizos terrestres y en los aeropuertos. Una vez abonado en unos cajeros automáticos dispuestos a tal efecto, que aceptan tanto efectivo como pago con tarjeta, el recibo es sellado por los guardias fronterizos.
Este pago es válido para 30 días y puede ser utilizado en entradas múltiples.