El Ayuntamiento de Valencia ha ordenado el cierre de 166 viviendas turísticas que operaban de forma ilegal. El consistorio da inicio así a las labores de cribado y persecución de la oferta no regulada de este tipo de alojamiento para visitantes.
La alcaldesa valenciana, María José Catalá, ya anunció a principios del presente mandato que la lucha contra la proliferación de pisos turísticos ilegales sería uno de sus principales caballos de batalla. Según datos de Visita Valencia recogidos por La Vanguardia, el pasado mes de marzo se sobrepasaron las 10.000 unidades de esta tipología alojativa en la ciudad, que presenta un aumento del 38,6% respecto al año pasado.
Por su parte, el concejal de Urbanismo y Vivienda, Juan Giner, ha destacado que esas 166 denuncias suponen más del doble de las que se interpusieron en todo 2022, con 73. Así y todo, no está confirmado que todas esas órdenes de cese de actividad se acaben ejecutando como cierres.