El Ayuntamiento de Bilbao ha puesto en marcha una serie de medidas para regular el creciente turismo en la ciudad, especialmente en zonas como el Casco Viejo. Ante la preocupación por la saturación de algunos barrios, el consistorio ha decidido modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para establecer criterios más estrictos en la concesión de licencias turísticas.

Según informa DEIA, el objetivo principal es lograr un equilibrio entre la actividad turística y la vida de los vecinos, evitando que algunos barrios se vean sobrepasados por la demanda. Para ello, se analizará la densidad de alojamientos turísticos en cada zona y se establecerán límites en función de su capacidad de acogida. Además, se estudiará la posibilidad de implementar una tasa turística y prohibir la megafonía en las visitas guiadas.

El concejal de Planificación Urbana, Asier Abaunza, ha reconocido que el Casco Viejo es una de las zonas más afectadas por la presión turística, con un 15,66% de su ocupación destinada a plazas turísticas. Sin embargo, ha señalado que es necesario actuar con cautela y evitar medidas prohibitivas que puedan ser recurridas en los tribunales. El Ayuntamiento trabaja en una propuesta que sea legalmente sólida y que permita garantizar la convivencia entre residentes y turistas.

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