Cuento de nunca acabar el de la ampliación del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona - El Prat. Pese a que patronales, empresarios y agrupaciones políticas regionales coinciden en la necesidad de incrementar la capacidad —ya está cerca de su límite de 55 millones de viajeros al año—, no se ha alcanzado un acuerdo que satisfaga a las partes. Desde el inicio de las deliberaciones, la finca La Ricarda, cuyos terrenos son clave, ha sido uno de los principales escollos, por su valor ecológico y medioambiental, pero también cultural, que ahora cobra mayor protección de la mano del Ministerio de Cultura.

Y es que, tal y como informa El País, el Ministerio encabezado por Ernest Urtasun, que previamente se había mostrado contrario a la ampliación, ha anunciado que comprará por 7,2 millones de euros la Casa Gomis, integrada en la finca y declarada Bien Cultural de Interés Nacional (BICN).

El objetivo es convertir este edificio de arquitectura racionalista en un centro público dedicado a la cultura y el medioambiente. La casa, cuya construcción se concluyó en 1962, se encuentra en la actualidad a 400 metros de lo que sería la prolongación de la tercera pista, en caso de que se llevase a cabo el proyecto para agrandar El Prat.

La familia Bertrand, propietarios de la finca, ya había valorado anteriormente vender la totalidad de la propiedad a AENA, mostrándose a favor la gran mayoría de socios de la sociedad familiar. Sin embargo, se habría adelantado el Ministerio de Cultura, que ahora tiene la llave para bloquear la ampliación.