Estados Unidos ha anunciado que abandona la Unesco, la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de Naciones Unidas que el propio país fundó en 1945.
La decisión se tomó el pasado mes de septiembre durante el Debate General de la ONU celebrado en Nueva York. Rex Tillerson, secretario de Estado de EE.UU. se lo comunicó al primer ministro francés Emmanuel Macron. Esta salida ha sido posteriormente confirmada por Donald Trump y se hará efectiva en 2018.
Poco después de anunciarlo el país norteamericano, Israel hizo lo propio. Y es justamente el país hebreo una parte fundamental de este conflicto ya que según Heather Nauert, portavoz de TIllerson la postura “anti-israelí de la Unesco” ha sido clave. Aluden al reconocimiento como miembro que este órgano hizo del estado palestino en 2011.
Este movimiento de Estados Unidos forma parte de los planes de su presidente Donald Trump de abandonar los organismos internacionales como ya ha hecho con el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y con el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
La Unesco se caracteriza, además de pos su listado de Patrimonios de la Humanidad, por promover el intercambio global de ideas, cultura, información, ciencia, educación, libertad de opinión, igualdad y lucha contra el racismo.