Estados Unidos ha anunciado que negará los visados para las parejas del mismo sexo de los diplomáticos extranjeros y de los empleados de Naciones Unidas que no estén casadas.

Según BBC, el gobierno estadounidense ha marcado como fecha límite el 31 de diciembre para entregar la documentación que certifique el matrimonio. En caso de no cumplir el requisito, tendrán que abandonar el país en un plazo de 30 días o acogerse a otro tipo de permiso.

Hasta ahora, para solicitar el visado de acompañante bastaba con estar inscrito como pareja de hecho. Esta medida fue implantada en 2009 por la secretaria de Estado Hilary Clinton. En el caso de las parejas heterosexuales, la Administración estadounidense ya requería el matrimonio para este tipo de visados, conocidos como G-4.

Esta nueva exigencia pone en dificultades a los representantes de países donde no está reconocido el matrimonio homosexual, es decir, el 88% de los miembros de la ONU. Más difícil aún es para los delegados de las 71 naciones donde las relaciones LGTBI+ son consideradas delito.

UN Globe, asociación que defiende los derechos de los empleados  LGBT de Naciones Unidas ha criticado duramente la decisión de EE.UU. asegurando que pese a que los diplomáticos que residen en el país norteamericano pueden casarse sin problemas en un ayuntamiento, pueden ser sometidos a persecución una vez que regresen a su país.