El Gobierno de España ha decidido paralizar, al menos por el momento, la aplicación de una tasa ecológica a los billetes de avión debido a la crisis del Covid y a su especial impacto en el turismo y en el sector de la aviación. También, ha decidido congelar las subidas de impuestos que tenía previstas —Impuesto de Sociedades, el IRPF a las rentas más altas o el diésel— para los próximos Presupuestos, hasta que la economía se recupere de la pandemia.
Tal y como reseña La Información, la tasa ecológica se enmarca en el plan verde lanzado por el Gobierno el pasado diciembre, con el objetivo de penalizar las prácticas perjudiciales para el medioambiente. Bajo este proyecto, también se impulsó un gravamen al uso del plástico, cuya tramitación sí sigue en curso y ya es anteproyecto de ley.
La tasa ecológica a los billetes de avión, por su parte, quedará en standby antes de pasar a consulta pública y al trámite de audiencia e información pública. No obstante, el Ministerio de Hacienda no descarta que pueda retomarse en un futuro.
El Gobierno tomó como ejemplo, para el desarrollo de esta iniciativa, el impuesto aprobado por Francia hace un año, que afecta a los vuelos que salen desde los aeropuertos galos a destinos extranjeros. Otros países que han puesto en marcha 'tasas verdes' de este tipo son Alemania, Italia, Reino Unido, Noruega o Suecia.
De acuerdo con un informe de la Fundación Alternativas, elaborado en octubre de 2019, la tasa ecológica española tendría un impacto en los vuelos de corta distancia de 4,47 euros, de 23,32 en los de media y de 41,99 en los de larga. Por su parte, el laboratorio de ideas del PSOE calculó que la recaudación del impuesto ascendería a unos 1.300 millones anuales.
Las aerolíneas se han mostrado contrarias a este gravamen desde su anuncio; son más partidarias de implementar otro tipo de medidas, como es la renovación de la flota con aparatos más eficientes. Actualmente, las aerolíneas están obligadas a utilizar biocarburantes, de acuerdo con la Ley de Cambio Climático que está en tramitación parlamentaria, aunque aún quedan flecos por cortar, como el porcentaje a usar.