Golpe a la línea de flotación de la candidatura de Zurab Pololikashvili para asumir un tercer mandato en la Secretaría General de ONU Turismo. Sus predecesores, Francesco Frangialli (1997-2009) y Taleb Rifai (2010-2018) han publicado una dura carta en la que exigen que Pololikashvili se vaya.
 

Nos entristece presenciar el estado de nuestra amada OMT durante los últimos ocho años"


“Estamos profundamente preocupados sobre los acontecimientos que se han desarrollado desde la elección de Zurab Pololikashvili en 2017. Nos entristece presenciar el estado de nuestra amada OMT durante los últimos ocho años”, afirman en una carta abierta publicada por eTurbo News.

Afirman que durante el mandato del georgiano, se han olvidado principios como “la ética, la transparencia, el respeto, la dignidad, la honestidad intelectual, la equidad, la tolerancia, la comprensión mutua y la amistad entre los diputados y los individuos”.

“El secretario general saliente, el Sr. Zurab Pololikashvili, lleva demasiado tiempo en el cargo. No debería ser propuesto a la Asamblea General para una reelección de cuatro años”, aseveran.  Defienden que candidatos como la mexicana Gloria Guevara o el griego Harry Theoharis cuentan con una sólida experiencia en el sector privado que será un gran activo para la organización. “El Consejo Ejecutivo no se equivocará al elegir a la Sra. Guevara o al Sr. Theoharis para convertirse en el sexto secretario general”, remarcan.

Los reproches


Ambos exsecretarios generales aseveran que “hay que detener el descenso a los infiernos de la Organización”, propiciado por el georgiano.

Son diversos los argumentos que esgrimen en contra de Pololikashvili. Aseveran que su elección inicial fue “claramente defectuosa”, afirmando que la eliminación de un candidato africano de la contienda allanó el camino al georgiano, que “fue designado por defecto”. “En su intento de reelección cuatro años después, Pololikashvili manipuló sutilmente el proceso utilizando la excusa de la pandemia”, añaden.

También critican su gestión, aseverando que “muchos empleados experimentados y capaces se han visto obligados a marcharse o a jubilarse anticipadamente”, mientras que los sueldos han crecido para “reclutar a amigos en altos cargos o fomentar la lealtad personal de otros miembros del personal”.

Afean la carga excesiva de los gastos de personal y las dificultades de la entidad para “recaudar las contribuciones atrasadas de sus miembros”. Le acusan, además, de ganarse el favor de Estados Miembros mediante promesas de oficinas regionales y de incrementar la burocracia, lo que resta fondos y obliga a “recortar o reducir las actividades de varios programas, reduciendo así los servicios que presta a los Miembros”.

También critican que Pololikashvili no haya logrado que regresen importantes países que previamente abandonaron ONU Turismo como Reino Unido, Noruega, Australia o Canadá. Tampoco, apuntan, ha logrado atraer a Estados Unidos y le acusan de forzar la salida de Rusia.