Un juez federal en Hawái ha impedido a la administración de Donald Trump la aplicación de su más reciente veto migratorio, unas horas antes de que entrara en vigor.
Se trataba de una revisión de la orden, firmada en enero, que vetaba la entrada a personas de siete países de mayoría musulmana, y suspendía el ingreso a territorio estadounidense de todos los refugiados y ciudadanos de seis países de mayoría islámica. La llamada "prohibición musulmana" provocó protestas y desafíos legales en decenas de estados.
El fallo se aplica a seis de los ocho países incluidos en la orden ejecutiva, menos a Corea del Norte y a los funcionarios del gobierno de Venezuela y sus familiares. Las restricciones para Chad, Irán, Libia, Somalia, Siria y Yemen no podrán aplicarse tal y como exigió en septiembre el gobierno estadounidense.
El juez de distrito, Derrick Watson, aprobó la solicitud de Hawái de bloquear temporalmente la política que se implementaría a partir de la madrugada de este miércoles, y declaró que la orden de Trump "sufre las mismas enfermedades que la anterior".
Watson, nombrado por el expresidente Barack Obama, dijo que las nuevas restricciones ignoran una decisión de la Corte Federal de Apelaciones que determinó que la prohibición anterior del presidente Donald Trump excede el alcance de su autoridad. La última versión "discrimina claramente según la nacionalidad”, apuntó.
La Administración Trump argumentó que las naciones incluidas en la prohibición de viajes no podían proporcionar suficiente información para cumplir con los estándares de seguridad de Estados Unidos y el Departamento de Justicia ha asegurado que "defenderá vigorosamente la acción legal del presidente", un departamento que ha calificado el fallo como incorrecto y dijo que apelará la decisión "de manera expedita".
La secretaria interina de Seguridad Nacional, Elaine Duke, aseguró que "si bien cumpliremos con cualquier orden judicial legal, esperamos prevalecer en este asunto después de la apelación".