El presunto capo de la mafia rusa, Alexander Romanov, que fue detenido hace dos años y medio en su chalet de Peguera, ha decidido finalmente declararse culpable, después de que firmara un pacto con la fiscalía Anticorrupción. Romanov cumplirá tres años y 9 meses de condena, y perderá el hotel Mar i Pins -no así el chalet en el que fue detenido-, que pasará a ser propiedad del Estado. Con el hotel, valorado en 10 millones de euros, el ciudadano de origen ruso pagará la multa de más de 4 millones que le ha impuesto el juez. Sin embargo, en la sentencia no se incluirá ninguna referencia a su pertenencia a una organización criminal rusa -conocida como Taganskaya- y sólo se le condenará por los siguientes delitos: blanqueo de capitales, falsedad documental continuada y revelación de secretos. Romanov evita así los 17 años de prisión que pedía la fiscalía. Esto se debe a la debilidad de algunas pruebas que poseía Anticorrupción, sobre todo en cuanto al tema económico, ya que la defensa ha podido demostrar que gran parte del dinero de Romanov provenía de negocios lícitos en Rusia