La República de Palaos, país ubicado en el mar de Filipinas y cuyo principal motor económico es el turismo, no quiere que sus paradisiacas playas se llenen de turistas en busca del precio más económico.

Por ello, su presidente, Tommy Remengesau, acaba de presentar un proyecto de ley mediante el cual se permitirá únicamente la construcción de hoteles de lujo. La idea que subyace de su propuesta es limitar el territorio a visitantes de alto poder adquisitivo. Además, según ha afirmado su presidente, “si hay que construir nuevas infraestructuras, como carreteras, los inversionistas que lleguen a Palaos tendrán que construirlas por su cuenta”.

Para los habitantes de Palaos cantidad no es sinónimo de calidad. De hecho, muchos se han quejado de que el masivo flujo de turistas ha dañado significativamente el paisaje y la vida natural de las 250 islas que forman el país. De este modo, marca distancia con territorios vecinos como Filipinas, que en los últimos tiempos se ha convertido en destino de referencia para muchos mochileros y turistas que buscan la combinación perfecta entre economía y exotismo.