El organismo de control de auditoría del Reino Unido, el Financial Reporting Council (FRC) ha impuesto una multa de 4,9 millones de libras (5,7 millones de euros) a la empresa Ernst & Young (EY), encargada de las auditorías de Thomas Cook, grupo turístico que colapsó en septiembre de 2019, provocando la mayor repatriación de ciudadanos de británicos en tiempos de paz.

Según informa The Guardian, EY y uno de sus socios, Richard Wilson, ha sido sancionada por “graves infracciones de las normas" en sus auditorías a Thomas Cook en los años 2017 y 2018, justo antes de su quiebra.

La investigación del FRC reveló deficiencias significativas en la forma en que se evaluó la situación financiera del gigante de los viajes, así como el valor de su fondo comercial. El regulador determinó que no se cuestionó a la dirección de Thomas Cook sobre sus finanzas y, por tanto, no pudieron realizar una evaluación correcta sobre la capacidad de la empresa para seguir operando.

Además, el FRC ha señalado preocupaciones sobre la independencia de EY en sus auditorías, apuntando que existía una “familiaridad” que comprometió la capacidad para evaluar de forma objetiva la situación de la compañía de viajes.