El coronavirus ha dejado a las agencias de viajes en una situación límite, de hecho, se calcula que el 5% del total de 9.500 puntos de venta que hay en el país ya ha echado el cierre. La cifra podría ser mucho más drástica en caso de que el gobierno no prorrogue los ERTE por fuerza mayor. En concreto, desde la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (ACAVe) alertan que 5.400 oficinas (el 60% del total) podrían desaparecer.
Tal y como recoge El Español, el presidente de la asociación, Martí Sarrate, exige que se apruebe la prórroga de los Expedientes Reguladores Temporales de Empleo (ERTE) de fuerza mayor con las condiciones que se habían aplicado hasta ahora. También reclama que se aplique una rebaja al IVA o se solucionen los problemas de reembolso con las aerolíneas, así como que se incentive el turismo nacional con bonos.
Recalca que un 47% de las agencias ya se han visto obligados a acudir a los créditos ICO y que un 78% han declarado un ERTE parcial o total. Y es que han tenido que hacer frente a tres meses de cierre sin ingresos. Si en 2019 facturaron un total de 21.000 millones de euros, este año estiman que sólo alcanzarán un 30% de dicha cifra.
Incertidumbre y reducción de reservas
El futuro no parece halagüeño y es que muchas aún ni siquiera han abierto sus puertas. De hecho, sólo el 50% tenía previsto empezar a trabajar al inicio de la temporada de verano, mientras que un 37% esperará hasta el otoño y el 13% restante aún no ha establecido una fecha de apertura.
La apertura está siendo escalonada porque desde las agencias de viajes esperan que la incertidumbre causada por el Covid-19 provoque reducciones en las reservas. Habitualmente, en estas fechas ya se han cubierto el 85% de las reservas para la temporada de verano, sin embargo, a causa del Covid-19, el 35% de las agencias han visto como se cancelaban la mayoría de reservas hechas antes de que se desatara la pandemia. Por el contrario, un 31% han podido mantenerlas.
De cara al comportamiento de la ‘última hora’ hay muchas dudas, aunque por el momento Baleares, Cataluña y Andalucía, junto con los alojamientos de turismo rural, son lo más demandado.