Finnair ha comenzado a pesar a los pasajeros antes de embarcar en el aeropuerto de Helsinki. La aerolínea está recopilando datos sobre sus clientes para recortar en estimar el combustible requerido y recortar en los costes operativos.

En la actualidad, la mayoría de las aerolíneas utiliza estimaciones de peso promedio de la Agencia Europea de la Seguridad Aérea (AESA), un informe que se realizó hace ya ocho años. Es por ello que la compañía ha decidido realizar una investigación propia.

Por el momento, el pesaje es completamente voluntario y 180 personas se han sometido ya a la medición. El objetivo es llegar a los 2.000 para que las estimaciones sean lo más precisas posible.

“Las aerolíneas saben lo que pesa el avión, lo que pesa el equipaje facturado, pero no lo que pesan los pasajeros, declaró a los medios el director de comunicaciones Paivyt Tallqvist.

Según los datos de AESA, el varón promedio pesa 84,6 kg y las mujeres 66,5 kg. Por su parte, los menores de 12 años tienen un peso medio de 30,7 kg.

Finnair no es la primera compañía que lleva a cabo este tipo de estudios. En octubre Hawaiin Airlines realizó una encuesta de las mismas características entre sus clientes. También lo hizo Uzbekistan Airways en agosto de 2015.

De hecho, Samoa Air fue más allá en 2013 y comenzó a cobrar a los viajeros según su tamaño. Una decisión que provocó todo tipo de críticas.

El peso total de un avión, incluidos los pasajeros y la carga es importante, no solo para ahorrar combustible sino en materia de seguridad. Las aeronaves tienen un peso máximo de despegue. Por ejemplo, el máximo para un Boeing 747 es  443 toneladas, aunque el límite puede verse afectado por factores como el calor.