La pandemia ha supuesto un duro golpe para las aerolíneas, incluida Aeroméxico. La compañía mexicana ha visto su actividad desplomada por la irrupción del coronavirus, tanto que en julio de 2020 se adhirió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, lo que le valió entonces para recibir un préstamo de 1.000 millones de dólares del fondo Apollo Global Magement. No obstante, Aeroméxico sigue necesitando un balón de oxígeno para garantizar su continuidad.
Para conseguir financiación, la aerolínea acaba de presentar ante la Corte de Nueva York su plan de reestructuración financiera, que deberá ser aprobado como muy tarde el 29 de noviembre. Dicho plan contempla la inyección de 1.725 millones de dólares entre capital y deuda por parte de nuevos inversores y también acreedores ya conocidos de Aeroméxico.
Según la información de El País México, entre los acreedores de Aeroméxico se encuentran los fondos estadounidenses The Baupost Group, Silver Point Capital, Oaktree Capital Management e Invictus Global Management e incluso la aerolínea Delta Airlines.
Reestructuración sin despidos
El nuevo plan de Aeroméxico, a diferencia del pasado año, no contempla nuevos despidos. A 30 de junio de 2020, la aerolínea había reducido su personal en 1.924 empleados desde que se acogiera al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras.
Asimismo, Aeroméxico prevé incrementar su flota de los 118 aviones a 154 en un plazo de cuatro años.