Cuando todo parecía indicar que Alitalia iba a disfrutar de un período de calma, la aerolínea italiana vuelve a situarse en el borde del abismo.
Los trabajadores de la compañía decidieron la noche del pasado lunes rechazar el plan de reestructuración propuesto por el consejo de administración de la empresa. Este plan era clave para asegurar la viabilidad económica de la empresa a corto plazo y evitar así su posible liquidación o venta.
Esta reestructuración, que había sido pactada tanto por la empresa como por el gobierno de Italia, proponía el despido de 1.000 empleados (del total de 12.000 que compone la plantilla), disminución de sueldos un 8% y un cambio en la organización del negocio tendiendo a un modelo ‘low cost’.
Sin embargo, estos planes se han roto después de que el 65,7% de los trabajadores lo hayan rechazado.
Desde los sindicatos advierten que este es el fin pues la empresa sólo cuenta con liquidez suficiente para seguir operando hasta mayo, posteriormente creen que la compañía congelará los pagos a proveedores para poder cumplir con su programa de vuelos. Esta situación avoca a la empresa a su tercera quiebra en dos décadas.