La compañía de autobuses Alsa se ha aliado con la ferroviaria andaluza Ecorail con el objetivo de entrar en el mercado de la alta velocidad y los trenes de cercanías en España. La mayor empresa de transporte de viajeros por carretera del país planea optar a la segunda fase de liberalización del transporte ferroviario, prevista para 2025.
Según han confirmado fuentes de ambas compañías a La Nueva España, tanto Alsa como Ecorail poseen desde hace años licencia de transporte y certificados de seguridad ferroviaria. De hecho, la empresa de transporte discrecional en autobús desarrolla actualmente una incipiente actividad en la explotación de trenes turísticos (Tren de Felipe II) y de sistemas ferroviarios, así como en el diseño de proyectos de tranvías y diferentes tipos de metros, además de ferrocarriles periurbanos y de cercanías, a través de su filial Alsa Rail.
Las dos empresas vienen preparando su incursión en el transporte ferroviario a gran escala desde hace tres años, cuando se produjo la primera fase de liberalización del sector en España, que acabó con el monopolio de Renfe y permitió la entrada de marcas como Ouigo (del operador estatal francés SNCF) o Iryo (propiedad de la compañía italoespañola ILSA). Alsa y Ecorail prevén incorporar al menos un tercer socio para optar a las licitaciones que deberán adjudicarse en 2025.