La falta de personal cualificado en el sector hostelero español es un mal cada vez más acuciante. Establecimientos de todo el país están teniendo serios problemas para mantenerse abiertos, como es el caso del Hostal Kimboa, ubicado en el Pirineo aragonés.
Después de más de 30 años abierto con servicio de restaurante para comidas y cenas, su actual propietario, Álvaro Pérez, ha tenido que tomar la “dolorosa decisión” de cerrar el establecimiento al mediodía por falta de personal. “Es una pena porque tenemos un negocio que va bien y, por los comentarios que nos dejan, los clientes se van contentos, pero llevamos varios años con muchas dificultades para encontrar gente para trabajar en verano y ya no podemos seguir con esa incertidumbre”, explica Pérez al diario Heraldo de Aragón.
A pesar de que ofrecían dos meses de trabajo —julio y agosto— con alojamiento y manutención, además del sueldo, el negocio pirenaico no ha logrado encontrar trabajadores. El propietario reconoce que en un principio buscaban gente profesional especializada en el sector, pero ni rebajando sus exigencias lograron contratar nuevos empleados. “Pensamos en encontrar a alguien que simplemente haga el trabajo y al final solo en una persona que quizá te ayude a hacer las camas para acabar antes las habitaciones y que podamos abrir el restaurante al mediodía, pero ni aun así”, lamenta Pérez, que afirma que conoce a compañeros de otros lugares en la misma situación.