A Boeing le crecen los enanos. Un avión B737 MAX 8 de la compañía Southwest Airlines tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia ayer, 26 de marzo, en Florida.
Se trata del mismo modelo de aeroplano que protagonizó dos accidentes mortales, en tan solo cinco meses, en Indonesia y Etiopía. Tras los siniestros, diferentes autoridades de aviación civil, como la europea, la estadounidense o china, obligaron a dejar en tierra este tipo de aviones, por motivos de seguridad.
Según ha informado CNN, la aeronave estaba siendo trasladada desde el Aeropuerto Internacional de Orlando a la ciudad de Victorville (California), donde iba a permanecer estacionada, de acuerdo con las órdenes de la Administración Federal de Aviones de Estados Unidos (FAA). Por ello, no viajaban pasajeros a bordo.
Antes de las 15.00 horas del martes, los dos pilotos que comandaban el avión reportaron un “problema de rendimiento con uno de los motores, poco después del despegue”, tal y como manifestó la aerolínea. “La tripulación siguió el protocolo y aterrizó a salvo en el aeropuerto”, añadió.
Por el momento se desconoce si la falla reportada por los comandantes está relacionada con los accidentes de Indonesia y Etiopía. En estos últimos casos, se cree que el desencadenante de los siniestros fue el sistema de control de vuelo del aeroplano, que puede empujar el morro del avión hacia abajo, cuando cree que la máquina está en peligro de entrar en pérdida.
A este respecto, Boeing y la FAA anunciaron que están trabajando en una actualización del software del B737 MAX, para hacer frente a este sistema de seguridad. Southwest, por su parte, indicó que el aeroplano será trasladado a sus instalaciones de mantenimiento en Orlando para ser sometido a revisión. La FAA también está investigando lo sucedido.