La hostelería de Baleares vuelve a toparse otro año más con un problema de personal. Los restauradores están encontrando dificultades para cerrar las plantillas de cara a la Semana Santa, el pistoletazo de salida de la temporada alta.
Así lo ha confirmado Alfonso Robledo, presidente de la Federación Empresarial de Restauración de Baleares. “Los españoles no quieren ser camareros”, ha lamentado. Robledo explica que inicialmente eran los mallorquines los que no querían trabajar en el sector de la hostelería, por lo que se fueron supliendo con trabajadores del resto de España.
Sin embargo, continúa el presidente de la patronal, desde hace unos años los empleados peninsulares no quieren trabajar en Baleares debido, principalmente, a los problemas de vivienda que acarrean las Islas.
Robledo considera en declaraciones a Última Hora que se debe eliminar parte de la burocracia porque, a pesar de que hay mucha población activa en el paro, muchos temen perder las ayudas si aceptan trabajos temporales.