Boeing perdió 2.940 millones de dólares en el segundo trimestre del año, tras registrar una caída del 35% de sus ingresos (15.750 millones). Así se desprende de los resultados del fabricante de abril a junio de 2019, que fueron presentados el pasado miércoles, 24 de julio.

Según ha informado Le Journal De L’Aviation, esta situación podría conllevar a la ralentización e incluso al cese de la producción del polémico 737 MAX, que permanece en tierra desde el pasado marzo por los accidentes mortales de Indonesia y Etiopía. Las investigaciones preliminares de ambas catástrofes apuntaron a fallas en el sistema de bloqueo MCAS, cuya implicación fue reconocida posteriormente por el gigante aeroespacial. Desde entonces, Boeing trabaja en la actualización de este software.

El fabricante espera que el 737 MAX vuelva a los cielos en el último trimestre del año, pero estas son sus previsiones más optimistas. En este sentido, Boeing estima que entregará sus correcciones a la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) a principios de septiembre.

De no ser aprobadas por la FAA, la producción de este modelo podría verse reducida e incluso podría cerrarse temporalmente, de acuerdo con Dennis Muilenburg, CEO de Boeing. Actualmente, el nivel de producción de estos aviones es de 42 al mes, una cifra que se espera que aumente a 57 mensuales en 2020.

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