Algunos inspectores de seguridad que supervisaban los estándares de entrenamiento de pilotos para el Boeing 737 MAX no estaban cualificados. Así lo determina el informe de los investigadores federales, quienes también han acusado a la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) de engañar al Congreso sobre este asunto.
Según ha informado TravelMole, la investigación se inició tras recibir una denuncia, que fue remitida a la Oficina del Asesor Especial de los Estados Unidos. En concreto, el estudio determina que 16 de los 22 inspectores con base en Seattle y Long Beach (California), no completaron su entrenamiento formal, así como que solo 11 tenían una licencia de instructor de vuelo, requisito obligatorio para ocupar el puesto.
La FAA había manifestado anteriormente que estos empleados no trabajaban en la redacción de normas de capacitación para operar el Boeing 737MAX, cuya flota permanece en tierra desde el pasado marzo, tras protagonizar los accidentes de Indonesia y Etiopía.
Pese a que FAA ha desmentido la investigación federal, los autores de la misma mantienen su posición. A este respecto, el asesor especial Henry Kerner, escribió a los legisladores y al presidente Donald Trump para decirles que la FAA “parece haber engañado” al Gobierno.
“El fracaso de la FAA en asegurar la competencia de los inspectores de seguridad para estas aeronaves pone en riesgo al público en general”, sentenció Kerner. Por su parte, la FAA se defendió alegando: “Todos los inspectores de seguridad aérea que participaron en la evaluación del Boeing 737 MAX estaban plenamente cualificados para esas actividades”.