Boeing ha asegurado que sustituyó el nombre del nuevo B737 MAX de Ryanair por 737-8200 a petición de la ‘low-cost’ irlandesa. A su vez, afirmó que, por el momento, no tiene intenciones de suprimir la marca MAX.
Según ha informado TravelMole, el fabricante estadounidense se ha manifestado después de que, en las últimas horas, circulara la imagen del nuevo B737 MAX de Ryanair con otro nombre: 737-8200, lo que hizo pensar que Boeing había seguido las sugerencias de Donald Trump de modificar la denominación de la polémica aeronave.
El presidente de los Estados Unidos propuso lo anterior debido a la crisis que sufre este modelo de avión, que protagonizó dos accidentes mortales en Indonesia y Etiopía. Como consecuencia, su flota permanece inmovilizada desde el pasado marzo. Las investigaciones preliminares de ambos siniestros apuntan a fallas en el sistema antibloqueo MCAS, cuya implicación fue ratificada posteriormente por Boeing.
A este respecto, un portavoz del gigante aeroespacial indicó: “Nuestro objetivo inmediato es el regreso seguro del Max al servicio y la recuperación de la confianza de las compañías aéreas y de los viajeros”. "Seguimos abiertos a todas las opiniones de los clientes y otras partes interesadas, pero no tenemos planes, en este momento, de cambiar el nombre del 737 MAX”, agregó.
HI-Res Photos: The MAX name has been dropped from the high capacity version of the #737MAX8 that @Ryanair has on order. pic.twitter.com/3q5QBN0TTg
— Woodys Aeroimages (@AeroimagesChris) 15 de julio de 2019
Cierre de bases en Ryanair
Precisamente, la aerolínea irlandesa anunció ayer que se ha visto obligada a cerrar sus bases más deficitarias y a cancelar algunas de sus rutas, a partir de noviembre de 2019, debido a la crisis del B737 MAX. Esto, a su vez, tendrá consecuencias en su crecimiento y le llevará a perder cinco millones de pasajeros en 2020.