Los accidentes de Indonesia y Etiopía protagonizados por el polémico Boeing 737MAX en menos de cinco meses, dejando 346 fallecidos, y la consecuente crisis forzaron la destitución del CEO del fabricante estadounidense, Dennis Muilenburg, el pasado 23 de diciembre.
Pese a ello, la productora de televisión CBS News, con sede en Nueva York, estima que Muilenburg puede abandonar la compañía con 58,5 millones de dólares y con acciones como parte de su paquete de indemnización. El diario Daily Mail, por su parte, cifra esta cantidad en 52 millones de dólares, cuando las familias de las víctimas podrían recibir, solo, 144.500 dólares.
La crisis del 737 MAX
Lo cierto es que estos accidentes tan solo fueron la punta del iceberg de la enorme crisis que terminaría envolviendo a Boeing. El pasado marzo, tras la catástrofe de Etiopía, se ordenó dejar en tierra la flota de estas aeronaves. Las investigaciones preliminares de ambos siniestros apuntaron fallos en el nuevo sistema antibloqueo MCAS del aparato. A posteriori, Boeing reconoció la implicación de este software, en el que trabajó arduamente para su reparación, en los accidentes.
Pero eso no es todo. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) anunció el pasado octubre que estaba investigando si el fabricante le ocultó información relevante sobre el sistema de seguridad del 737 MAX. La FAA aludió así al intercambio de mensajes entre dos trabajadores de Boeing en 2016, coincidiendo con el proceso de certificación del 737 MAX, en los que planteaban la existencia de problemas en este software.
En medio de toda esta vorágine de acontecimientos, también se llegó a la conclusión de que los pilotos no habían recibido la información y formación adecuada para manejar el citado sistema de seguridad. De hecho, el pasado noviembre, Muilenburg compareció ante la Comisión de Comercio del Senado de Estados Unidos, donde el senador de Connecticut, Richard Blumenthal, le espetó: “En las más de 1.600 páginas del manual de vuelo original del B737 MAX, el nuevo MCAS del avión se menciona solo una vez, una vez en 1.600 páginas, en el glosario de términos abreviados. Así que cuando Boeing viene y nos habla de la inexperiencia de los pilotos, nos está mintiendo bien”.
Blumenthal también acusó a la compañía de haber fabricado “ataúdes voladores” y de anteponer las ganancias a la seguridad.
Relevo de Muilenburg
El que era presidente de Boeing, David L. Calhoun, ha recogido el testigo de Muilenburg convirtiéndose así en CEO y presidente de la compañía. Con este cambio de liderazgo, el gigante aeroespacial busca mayor transparencia y mejor comunicación tanto con las autoridades reguladoras como con los clientes de cara a la vuelta al servicio de forma segura el 737 MAX.