China se ha metido en un lío ella sola. La guerra comercial entre Estados Unidos y el país asiático, con aranceles recíprocos del 125%, ha complicado, y sobre todo encarecido muchísimo, la fabricación de aviones chinos, ya que muchas de las piezas y recambios que se utilizan en las aeronaves y sus motores son de fabricación estadounidense. Por ello, ahora, China se está planteando echarse atrás y retirar los aranceles a estos productos.

Así lo ha informado Safran, fabricante de motores de titularidad francesa, pero que como casi todos los proveedores utiliza componentes estadounidenses y que sí están sometidos a las altas tasas de importación. “Anoche China nos informó que no iba a aplicar aranceles a los motores, trenes de aterrizaje y otros repuestos de avión”, ha afirmado Olivier Andries, el director de Safran, en declaraciones recogidas por Reuters.

Cabe destacar que Safran produce junto a la americana GE Aerospace el motor de avión LEAP, que es el que utiliza el COMAC C919, el modelo de avión chino y gran proyecto de la potencia asiática para dejar de depender tanto de Airbus y Boeing.

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