Aunque suene a película de ciencia ficción, China se propone construir un medio de transporte que alcance velocidades de entre 1.000 y 4.000 kilómetros por hora. Si esto fuera posible, en apenas media hora se podrían recorrer los 1.160 kilómetros que separan Pekín de Wuhan.
Tal vez ese viaje en tren que imaginan muchos, contemplando un bonito paisaje o leyendo un buen libro, pase a formar parte muy pronto del pasado. La compañía pública china CASIC (siglas correspondientes a China Aerospace Science and Industry Corporation), acaba de anunciar que se encuentra desarrollando un tren capaz de viajar a un mínimo de 1.000 y a un máximo de 4.000 kilómetros por hora.
Este ambicioso proyecto supondría multiplicar por diez la velocidad del tren bala más rápido del mundo, superaría con creces la de los vuelos comerciales y por tanto, pasaría el límite de 1.200 kilómetros por hora que marcó como objetivo Hyperloop (nombre comercial de la empresa de transporte aeroespacial SpaceX, para el traslado de pasajeros y mercancías en tubos al vacío a alta velocidad).
CASIC cuenta con más de 200 patentes asociadas a este proyecto, y asegura que su sistema sería el primero en el mundo diseñado para soportar velocidades supersónicas, a pesar de las aspiraciones del consejero delegado de Tesla y SpaceX, Elon Musk.
Aunque muchos expertos han mostrado su escepticismo acerca de la viabilidad del diseño de este tren de vértigo, el gigante asiático ha comentado su intención de involucrar a una veintena de científicos y especialistas nacionales e internacionales, para poner en marcha este futurista sistema de transporte. Según sus planes, comenzarían ofreciendo recorridos regionales a 1.000 kilómetros por hora, con la idea de subir hasta los 2.000 para unir capitales importantes. Las velocidades cercanas a 4.000 kilómetros por hora, estarían reservadas a los viajes internacionales.
Mao Kai, diseñador de este sistema, explica que para que el viaje resulte cómodo y seguro, su idea es que las cápsulas aceleren más lentamente que un avión comercial. Sin embargo, los expertos alegan que el cuerpo humano no está preparado para someterse, tanto física como psicológicamente, a estas velocidades y solo podría hacerlo durante un tiempo muy reducido.