Un nuevo suceso ha vuelto a ensombrecer la profesionalidad de United Airlines. Si parecía que la compañía se estaba comenzando a recuperar de varios escándalos, como el episodio en el que un pasajero fue sacado a la fuerza de un avión por overbooking, ahora la muerte de un famoso conejo gigante en la bodega de carga de un Boeing 767 que volaba de Londres hacia el aeropuerto internacional O’Hare de Chicago ha reactivado la polémica.
El conejo iba camino de superar el récord mundial de tamaño de su especie. Con solo 10 meses medía 91 centímetros. La marca actual la ostenta su padre, 132 centímetros de largo.
Su dueña, Annette Edwards ha explicado que: “Estaba muy en forma y en perfecto estado de salud cuando fue revisado por un veterinario tres horas antes de su vuelo. Ha ocurrido algo muy extraño y quiero saber qué. He enviado conejos por todo el mundo y nada como esto ha sucedido antes". También señala que: "El cliente que había comprado a Simon es muy famoso y está molesto".
La aerolínea, por su parte, ha declarado que: "La seguridad y el bienestar de los animales que viajan en nuestras líneas es una cuestión de la mayor importancia para United y su equipo encargado de los animales domésticos. Estamos en contacto con nuestros clientes, a quienes les hemos ofrecido asistencia. Analizamos este problema"