Una mujer fue expulsada de un vuelo de easyJet, que conectaba Málaga con Londres, el pasado 23 de junio, por vestir una camisa con transparencias y demasiado escote. Como consecuencia, tuvo que pasar la noche en el aeropuerto malagueño y pagar cerca de 170 euros por otro vuelo.
Según ha informado The Sun, Harriet Osborne, de 31 años y madre de dos hijos, fue increpada por una tripulante de cabina por lucir una vestimenta “inapropiada”. Al parecer, algunos pasajeros se habían quejado de que se le veían los pezones, lo que suponía un escándalo para los niños allí presentes.
La joven desmintió estas acusaciones, ya que asegura que llevaba tapapezones y adhesivos que fijaban la prenda a su piel, impidiendo así que se moviera. Poco o nada importó y es que, de acuerdo con Harriet, la azafata le espetó que no iba a “subirse así al avión”. Le dijo que tenía que bajarse del aparato y ponerse un top.
Harriet obedeció e intentó subir al aeroplano, pero la azafata indicó al equipo de tierra que no viajaría en su aeronave. “Fui escoltada fuera del avión. Estaba en estado de shock, fue tan sexista”, lamentó la joven.
“Me puse a llorar. Tuvimos que caminar de regreso a través de la terminal, donde la policía española se detuvo para interrogarnos. Se quedaron desconcertados cuando les dije por qué nos habían echado", agregó.
La versión de easyJet
Por su parte, easyJet emitió un comunicado en el que asevera que la pasajera no pudo viajar “debido a un comportamiento disruptivo”. “A raíz de las preocupaciones sobre su vestimenta, cortesmente se le solicitó al cliente que usara una camiseta adicional para el vuelo que el cliente aceptó. Sin embargo, ella procedió a actuar de manera disruptiva hacia un miembro de nuestro equipo”, añade.
“Nuestro personal de cabina y de tierra está capacitado para evaluar todas las situaciones y actuar de manera rápida y adecuada. No toleramos comportamientos abusivos o amenazadores hacia nuestro personal”, sentencia la aerolínea.