El Ejecutivo italiano se niega a vender Alitalia a una empresa extranjera, pese a que no ha conseguido un socio privado que inyecte capital en la que fuera la aerolínea de bandera del país. Además, Ferrovie dello Stato (FS), la empresa encargada de impulsarla, se ha visto obligada a solicitar una prórroga de aproximadamente un mes.

Según ha informado Expansión, ninguna compañía del país ha mostrado interés en Alitalia, ya que no obtiene beneficios desde 2002. Como consecuencia, el Ejecutivo ha ideado un plan, que consiste en que la aerolínea cuente con participación estatal y con la ayuda financiera de un socio privado.

A este respecto, el ministro de Infraestructuras y Transporte, Danilo Toninelli, manifestó la posibilidad de que el 51% del capital de la compañía fuera italiana y el resto de un actor internacional. Una opción poco atractiva, debido a que requeriría la inversión de un socio extranjero que, sin embargo, no controlaría la empresa.

Por su parte, la compañía pública Ferrovie presentó en octubre una oferta de compra para Alitalia. No obstante, para poder hacerse con la aerolínea necesita la ayuda de otros socios, por lo que se marcó el objetivo de diseñar un plan de negocios para captar a un inversor antes del 31 de enero. Algo que no logró y por lo que ha solicitado una prórroga.

En la actualidad, existen dos potenciales interesados en participar en la recuperación de Alitalia: el consorcio conformado entre Delta Air Lines y Air France-KLM y la alemana Lufthansa, pero a ninguno le convence el proyecto de Ferrovie. Lo cierto, es que el Gobierno italiano quiere realizar los menos recortes posibles, mientras que el consorcio contempla el despido de entre 2.000 y 3.000 empleados y Lufthansa tiene en mente una reestructuración profunda.

Alitalia cerró el año 2018 con un resultado bruto de explotación negativo de 154 millones, la mitad en comparación de los 312 millones en negativo que registró el año anterior.