La aerolínea regional británica Flybe vuelve a estar contra las cuerdas. La compañía aérea necesita financiación para seguir operando, tan solo un año después de que fuera rescatada con 117 millones de euros por el consorcio formado por Virgin Atlantic, Stobart Air y Cyrus Capital.
Según ha informado fvw, el plan original para Flybe era que pasara a operar este año bajo el nombre Virgin Connect, como una forma de empezar de cero. Ahora, se encuentra en conversaciones con el Gobierno de Reino Unido para buscar una salida a este nuevo contratiempo. El diario británico TravelMole asegura que el consorcio mencionado estaría dispuesto a prestar otros 117 millones de euros a la aerolínea, si el Ejecutivo le reduce la tasa aeroportuaria británica (Air Passenger Duty, APD).
Se trata de una posibilidad que, de acuerdo con los medios británicos, se está barajando, pero que ha sido fuertemente criticada por los defensores del medioambiente. A su vez, impulsar esta medida podría suponer un incumplimiento de la normativa de la Unión Europea para evitar los rescates estatales a aerolíneas privadas, por lo que finalmente se podría aplicar este descuento a todos los vuelos domésticos.
Lo cierto es que Flybe es una aerolínea muy importante a nivel regional, ya que ofrece la mayoría de los vuelos nacionales de Reino Unido fuera de Londres y llega hasta 56 aeropuertos europeos. Su colapso, al mismo tiempo, supondría el despido de más de 2.400 trabajadores, una situación nada alentadora tras la destrucción de 9.000 empleos por la quiebra de Thomas Cook.
Precisamente, el Gobierno británico podría ser duramente criticado si ayuda a Flybe, ya que no mostró la misma condescendencia con el gigante turístico, al que le negó una inyección de capital de 200 millones, motivo por el que desapareció.